ĦAguas con los cocos!
Publicado: 01 de Julio de 2010
Un bronceado de calidad Tiene un buen semblante, pero no te durará si no está suficientemente hidratada. Elija cuanto antes una crema de día que se adapte a tu piel. La hidratación es una cuestión de belleza.
Por naturaleza en la piel viven bacterias que cumplen funciones específicas, las cuales en condiciones normales no producen daño, pero cuando se pierde el equilibrio, las bacterias proliferan produciendo mal olor o hasta infección.
A través de la transpiración el cuerpo elimina sustancias de deshecho generadas por las reacciones ocurridas en el interior del organismo, además ayuda a mantener y regular tu temperatura normal.
En el cuerpo. Durante los días de calor la transpiración es mayor, al igual que por estimulo emocional, estrés, etc., y este sudor recién secretado es estéril (sin contaminación bacteriana) e inodoro (sin olor), con un pH balanceado, como cuando estamos activos, las bacteria estafilococos, que normal y naturalmente viven en la superficie de nuestra piel, descomponen el sudor y agregada la secreción de las glándulas sebáceas, producen un olor desagradable y en casos extremos granitos o ciertas infecciones.
La intensidad del olor es consecuencia de las toxinas liberadas por la piel y por los productos de higiene utilizados, esto atribuye a los desodorantes y al tipo de jabón.
Los especialistas en medicina y dermatólogos coinciden en que las medidas de higiene que se pueden adoptar para una higiene adecuada, es el uso de sustancias antibacterianas, de manera que se pueda reducir en forma significativa la cantidad de bacterias presentes en la superficie de la piel o prevenir la proliferación de las mismas, para mantener una piel en equilibrio.
En las manos. La sencilla práctica de lavarse las manos, sigue siendo la primer línea de defensa contra las enfermedades y la medida de control de infecciones más extendidas en la sociedad.
La cadena de transmisión de bacterias puede ser tan fácil como propagar los hongos y estafilococos a través del tacto. Así como estreptococos que pueden causar resfriados, infecciones en los ojos y otras enfermedades que se propagan a las manos al estornudar, toser, frotarse los ojos, etc., y algunas otras como la de E. Coli, alojada naturalmente en el intestino, pero que puede difundirse a través de residuos microscópicos de materia fecal hallados en las manos después de ir al baño, y que al contagio puede provocar diarrea; o también la bacteria de la Salmonella, adquirida por el contacto de los alimentos crudos y cocinas sin asepsia.
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