Prolonga tu bronceado
Publicado: 01 de Julio del 2010
Un bronceado de calidad perdurable, ¡es un sueño! Para obtenerlo, hay que combinar los cuidados durante
la exposición y a su término. Este programa en dos tiempos funciona muy bien:
Mantén el nivel de hidratación. Las exposiciones prolongadas al sol desatan evidentes
alteraciones moleculares que la piel tarda muchos días en reparar. La deshidratación y la producción
de colágeno deficiente son algunas de ellas. Como medida de precaución, adopta actitudes correctas
durante y después de la exposición, para no lastimar tu epidermis y prepararte para un bronceado duradero.
De regreso de la playa, después de una rápida ducha, séquese sin frotar y úntese el cuerpo con una
leche cosmética para después del sol. Para el rostro, opta por un cuidado más radical, una ampolleta de
suero, por ejemplo.
Evita despellejarte. Para conservar tu tez canela después de las vacaciones, evita descarapelarte,
es decir, perder demasiadas células por desecamiento. Una exfoliación ligera te librará de las
células muertas y respetará las otras. Tu bronceado se atenuará un poco, pero será más uniforme y
la textura de tu piel será más fina. La frecuencia recomendada: una o dos veces por semana.
Continua durante varias semanas los cuidados para después del sol para el cuerpo, y los sueros
para la cara. Restablecerán progresivamente la pérdida de agua y reestructuraran tu epidermis.
Tu piel quedará más suave y radiante.
No por eso hay que privarse de los beneficios de las cremas ultrahidratantes, reparadoras y
antirradicales en el mismo producto. Escoge fórmulas a base de sábila (para pieles grasas o mixtas)
o de katrité (para pieles secas o normales).
Durante el verano, el aire seco y la sal, cuando pasamos las vacaciones en la playa y el cloro
cuando nos bañamos en la piscina, agreden tu piel. Son éstas suficientes razones para ocuparse de
ella tanto del interior como del exterior.
Las capsulas de vitaminas y minerales que te preparan para el bronceado también permiten prolongarlo
sin dañar la epidermis. Continúa tu tratamiento dos o tres semanas después de tu regreso de vacaciones.
En pocas palabras:
a) Para conservar el bronceado, hay que evitar despellejarse.
b) Una exfoliación suave aporta uniformidad y prolonga el bronceado.
c) Continúa los cuidados después de tomar el sol durante varias semanas para prolongar el bronceado
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